Este 17 de septiembre se cumplieron 39 años en que el dictador Anastasio Somoza Debayle fue ajusticiado por un grupo de guerrilleros al mando de Enrique Gorrearán Merlo, en una de las calles de Asunción, capital de Paraguay.
Tras haber masacrado al pueblo nicaragüense, durante una dictadura que duró más de 40 años, Somoza huyó del país un 17 de julio de 1979 y Alfredo Stroessner un dictador que gobernaba Paraguay en ese entonces le brindó asilo político.
Somoza residía en una de las zonas más importantes de la capital paraguaya y se desplazaba como «Pedro por su casa» por las distintas calles en un vehículo blindado con escoltas y derrochando todo el dinero que había robado a los nicaragüenses.
Somoza no escapó a los tentáculos de la justicia
El dictador tenía casi un año de vivir en Asunción y la operación que acabó con su vida ocurrió a las 10:35 de la mañana del 17 de septiembre, sobre la avenida España y su cruce con América.
Los autores fueron integrantes del grupo guerrillero argentino “Ejército Revolucionario del Pueblo”, liderado por Merlo. El coche de Somoza, un Mercedes Benz de lujo, fue atacado con fusiles y un bazukazo que lo destrozó.
El cuerpo de Somoza quedó destrozado, así como el de su chofer César Gallardo y uno de sus asesores, Jou Baittiner.
El ajusticiamiento tuvo repercusión internacional; primero por la muerte del dictador y segundo porque la policía stronista se había visto burlada.
Stroessner inició luego una persecución de extranjeros con el argumento de que tenían que cazar a los autores de este hecho histórico. Somoza fue enterrado en los Estados Unidos a solicitud de su esposa, Hope Portocarrero, quien heredó los millones de dólares de su esposo, conocido por tener también varias amantes.