Artículo de Marta Berroterán Pérez
Este abril se cumplen dos años del golpe fallido que fue financiado por Estados Unidos contra Nicaragua. Aquí no hubo rebelión, hubo una planificación de Golpe de Estado que duró más de tres meses, que cayó por el poco apoyo debido a la naturaleza inhumana de sus dirigentes. No prosperó porque en Nicaragua quedaron al descubierto, la calidad de líderes que estaban al frente del Golpe Fallido y porque también, la ciudadanía, se acostumbró a la paz que este Gobierno Revolucionario ha transmitido y promovido durante más de trece años.
Desde Nicaragua, iban y venían de Estados Unidos, una plaga de gérmenes, de delincuentes disfrazados de políticos de derecha; a pedir inicialmente la imposición de NICA-ACT y luego pedir sanciones a cuadros del FSLN que ocupan responsabilidades importantes del Gobierno Revolucionario.
Pero de repente, aparecieron los dirigentes asesinos a dictar paso a paso, cada una de las acciones, cuyo objetivo era crear disturbios acompañados de todo tipo de torturas y muertes para la ciudadanía nicaragüense, entre ellos a compañeros policías, militantes del FSLN y de la Juventud Sandinista.
Quienes dirigieron el Golpe Fallido de 2018
Sorprendido quedó el pueblo nicaragüense hace dos años, cuando aparecieron los dirigentes que encabezaban el Golpe Fallido del 2018. Sí, eran los Obispos de la Iglesia Católica, que para aparentar, proponían ser “moderadores” de las pláticas, con los primeros muertos por delante que ellos generaron y así, dar otro salto en las negociaciones con el Gobierno legítimamente constituido. Por un lado, ellos adelantaron muertos por dos razones: Como primer propósito, querían mostrarle al mundo que había una “Dictadura y que estaba matando a los estudiantes”. Como segundo propósito, querían negociar poniendo muertos por delante, para presionar al Gobierno del Comandante Daniel Ortega y de la Compañera Rosario Murillo.
Otras Participaciones
Con estos Obispos, aparecieron otros asesinos, la empresa privada, que habían sido apoyados por el Gobierno Sandinista, dándoles facilidades para sostenerse en el ámbito económico. Pero todo les salió al revés. Ellos jugaron a desbaratar sus propias empresas, pero afortunadamente ahora aparecen emprendedores con un perfil patriótico para crear empresas justas con sus trabajadores.
Se sumaron los ONG´s de los mal llamados “Derechos Humanos y “Feministas reaccionarias de Derecha”, que lejos de trabajar por los verdaderos Derechos Humanos y defender a las mujeres, fueron partícipes directos del asesinato de 198 personas durante el Golpe Fallido, sin embargo, los golpistas aumentaban las cifras de muertos, les tengo una pregunta ¿Dónde dejaron enterrados los golpistas a esa gran cantidad de muertos de los que hablan? Que den cuenta de ellos, donde los enterraron. A este grupo, se unieron también muchos delincuentes que violaban en las Universidades y en tranques, desplegados en varios departamentos de Nicaragua, quienes fueron pagados con dinero que les enviaron desde EE.UU.
En esta coyuntura, el nuevo accionar
El colmo es aprovecharse de la pandemia del Corona Virus, la derecha reaccionaria ha querido dar otro salto, tratando de politizar la situación para “resucitar” sus fracasadas acciones golpistas; al tratar de manipular a la población con cifras inventadas y así, falsamente, crear un nuevo caos en Nicaragua. Lo más curioso de todo, es que quienes surgen como los “grandes dirigentes en esta situación de pandemia, son los “lobos con piel de ovejas”: Los mismos Obispos de la Iglesia Católica, que vuelven a aparecer para dirigir, dicen ellos, la asistencia a posibles infectados con el Covid-19 y así seguir fabricando muertos para desprestigiar al Buen Gobierno del Frente Sandinista.
Carlos Mejía, realmente siempre engañó al pueblo Nicaragüense; pero al igual que otros desleales quedó al descubierto y el colador de la historia les depuro y por cierto en buen momento porque Nicaragua necesita hijos que verdaderamente le amen.