El Presidente-Comandante Daniel Ortega indicó que Nicaragua es fiel a sus raíces, con un pueblo luchador y valiente
El Presidente de la República, Comandante Daniel Ortega, reconoció este viernes la casta de los nicaragüenses y el poder de un pueblo fiel, luchador y valiente como sus antepasados, cuyo fin es defender su soberanía en busca del desarrollo.
Durante el acto de graduación del Centro Superior de Estudios Militares “General de División José Dolores Estrada”, acompañado de la Vice Presidenta, Compañera Rosario Murillo, el Comandante Daniel indicó que Nicaragua es sinónimo de resistencia.
“La lucha nos corre por las venas”, expuso, “porque queremos Paz, nunca hemos hecho daño a país alguno ni a estados Unidos”, expresó antes de afirmar que “a cuenta de qué los yanquis y algunas potencias europeas vienen a tratarnos como si fuésemos una colonia”.
En tal sentido, resaltó el poder de nuestras raíces y ese legado de hombres ilustres y eternos que enfrentaron en el pasado a los invasores en batallas desiguales, dieron sus vidas hasta obtener la victoria y demolieron las ideas expansionistas (esclavistas) de hombres como el estadounidense William Walker.
En esa línea, recorrió parte de nuestra de historia y rememoró algunos pasajes de grandeza: Willian Walker fue impuesto, reconocido y derrotado por el General José Dolores Estrada. Benjamín Zeledón enfrentó y venció, porque no se rindió y cayó en defensa de la soberanía de la Patria frente a las tropas del ejército norteamericano, que le ofrecieron perdonarle la vida, pero ni así dio su brazo a torcer, manifestó.
Tales memorias devolvieron una frase célebre del General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino, quien refirió: Ni me vendo ni me rindo, jamás, recordó el Presidente Daniel, incapaz de olvidar a Diriangen y a Nicarao, otros gladiadores por la libertad ante algunos deseosos de someter a nuestro pueblo.
Eso es victoria, porque la dignidad del pueblo prevaleció y así a lo largo de la historia. Una Nicaragua que trata de desarrollarse y estabilizarse, cuando los gobernantes norteamericanos intentan y persisten en adueñarse de nuestro territorio, puntualizó.
Asimismo, brindó una panorámica del por qué de “ese apetito, ambición, fijación del imperio yanqui” sobre Nicaragua. Nicaragua está ubicada en un punto estratégico. Desde que llegaron los colonizadores y se encontraron con el Río San Juan y el Gran Lago, dijeron aquí está el camino para unir el océano Atlántico con el Pacífico, explicó.
Detalló que esos fueron los españoles, pero que después los ingleses también entendieron la importancia de ese paso y plantearon igualmente sus estrategias; incluso, almirantes reconocidos como grandes estrategas también intentaron penetrar por el Río San Juan y todos fracasaron.
Precisamente por aquellos años, Estados Unidos era un territorio de guerras entre el norte y el sur, este último que defendía la esclavitud; sin embargo, señaló el Comandante Daniel, Walker venía del Sur, y buscó tomar Nicaragua, conquistar toda Centroamérica, luego pasar a México y subir a Estados Unidos.
También tuvimos el profundo patriotismo del General Sandino, quien decidió arriesgarlo todo por la Paz, bajó de las montañas de Managua, aceptó una cena y se fraguó el crimen de Sandino, justamente desde la embajada yanqui conectada con Washington, relató.
Una actitud cobarde, comentó. Fue una trampa mortal propia de cobardes, los asesinos de Sandino están en el norte, siguen en el norte, porque querían liquidarlo y lo mataron para imponer un instrumento de ellos, alguien que se les arrodillara, evocó.
En la Plaza de la Revolución, en la ciudad capital Managua, el Presidente de la República señaló que así fortalecieron a Somoza y a su Ejército, porque no podemos olvidar que los yanquis armaron, entrenaron, enseñaron métodos de tortura, pusieron todas sus capacidades para entrenar a la inteligencia y lucha contra Sandino.
De igual manera, enalteció las virtudes de Gaspar García Laviana, conocido como Comandante Martín, un sacerdote, poeta y guerrillero español que luchó junto a los sandinistas nicaragüenses durante la guerra insurreccional contra el dictador Anastasio Somoza.
Un día como hoy 11 de diciembre, pero de 1978, hace 42 años, un hermano de origen español que vino aquí no con la actitud de los conquistadores o la mentalidad de los imperialistas, sino como sacerdote, vino a trabajar en toda la zona sur de nuestro país, defendiendo a los pobres, y fue asesinado en combate, aunque su paso a la inmortalidad inspiró a todos, manifestó.
En esa ocasión–añadió-, el pueblo dijo que no era momento de echarse a llorar, sino de seguir luchando y defender las ideas de Gaspar.
El imperio y sus artimañas
Asimismo, indicó que Nicaragua y su pueblo no están de acuerdo con las barbaridades que se cometen en Estados Unidos y potencias Europeas, que anhelan imponer la ley del más fuerte, no cumplen con la carta de Naciones Unidas y recurren al golpe militar.
Vimos lo que ocurrió en Bolivia y la complicidad de los organismos internacionales, y lógicamente los yanquis estaban en el plan, dirigiendo a la Organización de Estados Americanos, que seguía simplemente las órdenes de los yanquis, expresó.
Sobre ese vil acto contra las hermanas familias bolivianas, añadió que el imperio tenía todo planteado, porque con el gobierno de Evo Morales creció la economía y el respeto a los pobres, a los campesinos. Y luego vinieron las conspiraciones, las persecuciones, en países como Brasil donde estaba el presidente Lula, en Argentina y en México, espetó.
A pesar de ello, confirmó, la región no se achica y tiene espacios como el ALBA, fundada por los Comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro; y se han abierto nuevos espacios en América Latina, en los cuales los gobiernos no dicen “sí, señor», no ven al yanqui como el amo, quieren relaciones respetuosas.
También mencionó a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, mientras en Estados Unidos están peleándose y acusándose de fraude, con un sistema electoral que no otorga importancia a los votantes.
Empero –prosiguió-, en Nicaragua seguimos defendiendo la Paz, porque queremos la Paz. Siempre en busca de darle la mano al pueblo, de atender a las familias en momentos difíciles como ahora con los huracanes, rescatando a niños, hombres y mujeres, con el apoyo de las instituciones y el vital trabajo de un Ejército que está para servir y proteger al pueblo.
Este Ejército que nació al calor del triunfo revolucionario, que se forjó como se forja el acero, en la fragua, con los golpes del martillo, porque tenemos una enorme fortaleza, una riqueza más valiosa que el oro: la conciencia y el hecho de sentirnos orgullosos de ser nicaragüenses, siempre portadores del legado de nuestra heroica historia y listos para defender la Paz.
Un Ejército –repitió- que juega un papel muy importante en la atención a estos fenómenos de la naturaleza, está para servir al pueblo, acompañar al pueblo en el trabajo, en la defensa de las actividades productivas, en las cosechas del café, por ejemplo; en las actividades de la ganadería, para que el campesino pueda trabajar.
El Presidente Daniel, además, destacó que logramos restablecer la Paz, estabilizar la economía, lograr índices de crecimiento, recuperar la economía en condiciones difíciles marcadas por la pandemia y los huracanes, mientras otros países están en condiciones mucho más difíciles que las nuestras.
Felicitó a todos los graduados por concluir esta etapa de sus vidas y también al pueblo de Nicaragua, porque aquí tienen a sus hijos para servirle y defender la soberanía, la Paz y la estabilidad de la Patria con firmeza, convicción y fuerza.
La Voz del Sandinismo